Esto es lo que me digo cuando me quiero rendir

Hay momentos en los que me siento bloqueado.


No tengo claro hacia dónde tirar.


No sé si lo que estoy haciendo tiene sentido.


Y ahí aparece esa sensación:

“mierda… llevo un montón de tiempo sin avanzar”

Cuando me pasa eso, hay un truco mental que siempre me ayuda


Y te lo quiero compartir por si alguna vez te sirve

(por cierto, esa sensación de estancamiento no siempre tiene que ver con grandes objetivos;a veces se trata simplemente de sentir que no estás yendo a ningún lado)

Y cuando estás ahí, tarde o temprano aparece esta pregunta:

“¿Realmente merece la pena seguir intentándolo?”
“¿Merece la pena seguir con esta meta… si no la estoy consiguiendo?”

Y entonces te das cuenta de que solo hay dos caminos:

Camino 1: Rendirte

Rendirte es más fácil
Pero si eliges este camino, tienes que aceptar que te convertiste en eso, en alguien que se rindió

Hazlo más real, más doloroso:
Piensa en tu yo de 10 años


¿Te gustaría que te viera ahora, justo en el momento en el que te rindes?

¿Estaría orgulloso?

La pregunta se responde sola

Camino 2: Seguir intentándolo

Este camino no te promete resultados inmediatos


Pero te mantiene dentro del juego


Y el objetivo del juego es seguir jugando

No necesitas correr más.
Solo seguir.

Perdurar

Como cuando corres una carrera y llega ese momento en el que vas jodido.
Si aguantas, si no paras…
Cinco minutos después todo empieza a fluir de nuevo.

Ves? solo necesitabas aguantar un poco más

No hace falta pisar el acelerador todo el rato.
A veces, lo más intelifente es seguir sin acelerar.
Seguir, sin más.

Te lo digo porque lo he vivido muchas veces:
Cuando haces algo con todas tus fuerzas, algo pasa.
Puede que no llegues al objetivo exacto.
Pero te acercas.
Y sobre todo, acabas en un lugar mucho mejor que cuando empezaste.


Acabas reventado
Pero te sientes vivo
Estás intentando algo a tu máximo potencial.
Estás haciendo honor a tu especie

La pregunta es simple:
¿De verdad prefieres vivir cómodo… pero estar muerto?
¿O arriesgarte a morir… pero estar verdaderamente vivo?

Seguimos trabajando,
Ibon