¿Preparación lineal? Mala idea

Si vas a competir en culturismo natural —o vas a preparar a alguien— hay un punto que necesitas tener claro desde el principio:


Bajar poco a poco no te va a servir.

A la hora de afrontar una definición, tienes dos opciones:

  1. Bajar peso a un ritmo constante semana tras semana.

  2. Bajar más rápido al inicio y que la curva se aplane después.

A primera vista, el enfoque lineal parece seguro. Pero hay un problema: el cuerpo no responde igual en todas las fases de la preparación.

Nada más terminar el volumen, el cuerpo está en el mejor momento para perder grasa.
Más grasa disponible y entorno hormonal favorable.

Pero a medida que pasa el tiempo, y entras en un déficit prolongado, empiezan las adaptaciones:

  • Disminuye la T3

  • Baja la testosterona

  • Leptina por los suelos

  • Grelina por las nubes

  • Y el cortisol se dispara

¿Resultado?

Si has ido demasiado despacio al principio, te encontrarás a 8 semanas de competir con demasiada grasa, con fatiga altísima y con un entorno hormonal tocado. Y lo peor de todo, sin haber hecho ningún refeed, y sin posibilidad de hacerlo.


Y ahí no tendrás otra que recortar más agresivamente… justo cuando tu cuerpo menos puede permitírselo.

Por eso, la clave no es bajar lento siempre, sino ajustar la velocidad de bajada a cada fase de la preparación.

Las preparaciones no tienen por qué ser lineales. De hecho nunca lo son.


Lo que sí tienen que ser es inteligentes.

Y eso es exactamente lo qu enseño a mis alumnos en mi Curso Avanzado de Culturismo Natural.

Si quieres aprender a planificar así —con inteligencia— ya está abierta la lista prioritaria para el Curso 2.0

Nos vemos dentro.