- La Newsletter de Ibon Suberbiola
- Posts
- Saber esto me habría ahorrado muchos años perdidos
Saber esto me habría ahorrado muchos años perdidos
Te escribo porque llevo unos días pensando en algo:
si pudiera volver a los 25, hay 6 que me hubiera gustado saber sí o sí.
Y como no puedo volver atrás, te las dejo a ti. A ver si te sirve alguna.
1. Las emociones no requieren modificar tu comportamiento
Quiero que te hagas esta pregunta:
¿Te has parado a pensar por qué, a veces, te sientes frustrado, triste, motivado, desmotivado, feliz, o pesimista sin ninguna razón aparente?
Seguramente sí. Pero la verdadera pregunta es: ¿qué haces cuando cambia tu estado emocional?
Si lo rumias, lo sobreanalizas y actúas siguiendo esa emoción… estás haciendo lo que hace casi todo el mundo.
Spoiler: actuar sobre la emoción desde la mente no sirve para nada.
Muchas emociones son aleatorias:
La motivación es aleatoria.
La tristeza (muchas veces) es aleatoria
La felicidad (muchas veces) es aleatoria
Pero vamos con el ejemplo de la motivación:
Si actúas solo cuando estás motivado, actúas el 30% de las veces → y sí, el percentil 30 está muy por debajo de la media.
Y si tú quieres ser del percentil 30, es decir, mediocre, perfecto. Sigue haciendo caso a tus emociones.
Pero quiero que entiendas la trampa:
Imaginate que tu objetivo es ir a entrenar pero tu emoción es de desmotivación
¿Cómo lo vas a combatir mejor?
¿Si haces caso a la desmotivación y te quedas en casa o si no le haces ni puto caso (no actúas coherente a la desmotivación) y vas a entrenar igualmente?
Lo mismo pasa con la tristeza:
Si estás triste y tu emoción te pide sofá, comida basura y reels, y tú haces caso… súmas tristeza + improductividad = un agujero más profundo todavía del que es dificilísimo salir.
Lo que te quiero decir es que no puedes cambiar tu estado de ánimo a través de tus pensamientos. Es decir, pensando en estar mejor.
Solo es posible hacer esto desde la acción.
Si cuando estás triste o desmotivado sigues trabajando, entrenando, socializando, das un giro de 180º a tu realidad.
Y encima se te olvida que estabas mal.
La mayoría de personas deprimidas están así porque no están trabajando en vivir la realidad que desean vivir (o que dicen que desean vivir)
2. Empieza ahora
¿Qué tienen en común todas las personas que están donde tú quieres estar?
Muy simple: han empezado antes que tú
La mayoría de personas no están donde quieren porque ni siquiera han arrancado.
Y es absurdo esperar más:
Nunca vas a tener más agudeza mental que ahora.
Nunca vas a tener más energía que ahora.
Nunca vas a tener menos compromisos que ahora.
Así que, si esperas a tener tiempo… ¿qué vas a hacer cuando vuelvas a no tenerlo?
¿Abandonarlo todo otra vez?
Empieza ahora. No mañana. Ahora.
Empezar ahora genera retorno futuro, te pone por delante de los que están dudando y te da feedback, nueva información y te permite posicionarte.
Y si te da miedo la competencia, ten esto claro:
Si empiezas ahora, tú serás quien aplaste a los que todavía no han arrancado.
Piensa en esto:
¿Qué tendría que pasar para que nunca consiguieras tus objetivos?
→ No empezar nunca.
Pues haz lo contrario.
3. Empieza a dar más importancia al dinero
No te lo digo desde el punto de vista material sino desde el crecimiento personal.
Recuerda que el dinero es simplemente una moneda de cambio. No se trata de Lambos ni casas de lujo.
Se trata de tiempo, de libertad, de viajar cuando quieras, de cuidar mejor tus padres si lo necesitan.
Vamos a ser claros, a todo el mundo le importa el dinero, excepto que seas un monje budista.
La gente que dice que no le importa no estaría 8 horas al día trabajando si fuera cierto.
Y para ganar dinero tienes que aportar valor.
Cuando aportas valor, creces como persona.
Por tanto, ganar más dinero va de la mano de crecimiento personal
4. Invierte en tus habilidades
Imagina que mañana lo pierdes todo. Dinero, pertenencias, todo.
Solo quedaría una cosa: tus habilidades.
Y nadie te las puede quitar.
Invertir en habilidades es lo más rentable que existe.
No estamos hablando de retornos del 10% o 12%.
Estamos hablando de x1000 o x10000.
Una habilidad muy demandada te puede cambiar la vida de formas que no te imaginas.
La próxima vez que pienses en invertir tu dinero, pregúntate:
¿Quiero multiplicar x1, x10 o x10000?
5. No te detengas aunque no sepas llegar del punto A al punto B
Todo el mundo sabe lo que quiere y muy pocos saben cómo conseguirlo a ciencia cierta.
Y esto es normal.
La gente que lo consigue no tiene un manual de instrucciones.
Solo saben la dirección general y avanzan.
El camino se descubre sobre la marcha:
te caes, te levantas, recibes feedback, ajustas tu trayectoria y sigues avanzando.
No necesitas el mapa del tesoro, simplemente avanzar en la dirección adecuada aunque no conozcas las coordenadas exactas.
Si no sabes si estás en la dirección correcta, pregúntate:
“¿Qué camino tendría que seguir para NO conseguir mis objetivos?”
La respuesta… haz lo contrario.
6. La hiperestimulación te está matando
La hiperestimulación está matando tu vida laboral, social, espiritual y sexual.
TikTok, Reels, comida basura, azúcar, porno, alcohol, apuestas, reggaetón, drogas…
Todo eso es dopamina a niveles que tu cerebro no puede soportar sin consecuencias.
Si empiezas el día scrolleando, estás jodido.
Cuando te expones a niveles dopamina muy altos desde la mañana, cualquier otra actividad del día —trabajar, entrenar, leer, crear— se siente vacía, anodina, sin motivación, sin nada.
¿Cómo vas a disfrutar del trabajo si arrancas con un nivel de dopamina que solo baja?
Mi consejo:
Mantente lo menos estimulado posible durante el día.
Estos consejos no van a darte un millón en un día, ni harán que la persona de tus sueños se enamore de ti.
Pero si los aplicas, vas a mejorar tu entorno, tus hábitos y tu capacidad de tomar decisiones.
Nos vemos pronto