Solo necesitas estas 2 cosas (y me vas a dar la razón)

Cuando se te mete algo entre ceja y ceja — crecer tu cuenta de Instagram, un e-commerce, o escalar tu negocio de asesorías online—, al principio todo es nuevo. Estás en pañales.

No tienes habilidades
No tienes una visión clara de cómo llegar hasta donde quieres

Estás en la fase 1

Y en esta fase, qué necesitas?

Trabajo duro

(Espera, no cierres la newsletter que no voy a soltarte un discurso de motivación barata)

Necesitas trabajo duro porque no puedes ir con cuidado
No puedes avanzar pasito a pasito.
Tienes que darte hostias.
Fracasas. Te levantas. Vuelves a fracasar. Te vuelves a levantar. Y otra vez.

Tienes que abarcar mucho. Probar. Conocer. Expandirte.
Y eso, al principio, solo lo da el trabajo duro.

Vale. Esa es la primera fase.

Pero…
¿Qué pasa cuando eso ya lo tienes?
¿Qué pasa cuando ya trabajas todo lo duro que puedes?
Cuando ya tienes las skills
Cuando trabajar más ya no marca la diferencia

Bienvenido a la fase 2

Aquí lo que necesitas es leverage

(Te confieso que hasta hace año y medio no tenía ni idea de qué significaba esta palabra)

Para que nos entendamos:
leverage es lo que consigues por cada unidad de trabajo

Resultados por hora. Por acción. Por decisión.

Un ejemplo:

🟢 Mucho leverage: aprietas un botón y una máquina exprime 1 millón de naranjas en un minuto. Tienes 2.000 litros de zumo
🔴 Poco leverage: exprimes tú las naranjas. A mano. Una a una

¿Se entiende?

Pues si ya estás en la fase 2, tu foco tiene que estar en cómo conseguir que tus actividades tengan más leverage

Te cuento cómo lo estoy aplicando yo (y cómo puedes hacerlo tú si eres entrenador online):

1. Plantillas
Muchos clientes comparten patrones, objetivos y otros rasgos

Tu objetivo es identificar estos puntos en común y elaborar decenas de plantillas o moldes


Y a partir de ahí, cuando has asignado una plantilla a cada caso, empiezas a hilar fino y ajustar al máximo las variables para individualizar plantilla a cada situación.

Un buen entrenador no hace copia-pega ni tampoco hace cada planificación de cero: Identifica patrones, y asigna qué molde o plantilla se ajusta mejor a cada individuo.


Pero sobretodo, sabe cómo adaptarla a cada persona después de asignarla.

Eso es leverage: una plantilla bien hecha una vez = infinitos usos

2. Soporte
Guías. Tutoriales. Videos explicativos para aclarar las cosas.

Lo grabas una sola vez.

Y cada vez que alguien tiene esa duda → se responde sola.

Eso tiene más leverage que repetir el mismo audio o mensaje 100 veces.

3. Contenido


¿Una idea = un post?
Malo.

Una idea bien exprimida = 5, 10, 15 piezas de contenido.

Eso es una estrategia con leverage.

Si no tienes una buena estrategia de contenido estás muerto, pero si tienes una buena estrategia, crecesc x10.

4. Decisiones


Tu negocio son decisiones


Y cada decisión puede consumirte mucha energía y tiempo

Pararte media hora en cada una te mata


En cambio, tener protocolos internos o algoritmos de decisión te libera

Más claridad. Más velocidad. Menos desgaste

Tener protocolos o algoritmos de decisión te da leverage porque conviertes un proceso lento, subjetivo y repetitivo en algo rápido, estandarizado y replicable.

5. Revisiones


Está bien ser simpático, pero no confundas atención con palabrería.

Si tus audios van rellenos para que “parezca” que estás más pendiente… mal
Eso es tiempo perdido.

Un buen sistema de revisiones va al grano:
Identifica el problema, lo resuelve rápido y no consume más de lo necesario.

Tiene leverage porque resuelve más en menos tiempo, sin perder calidad.

Cuanto más leverage tenga tu día a día,
más clientes podrás gestionar,
más podrás escalar,
y más tiempo libre vas a tener.

Esto es exactamente lo que hago con los entrenadores a los que estoy ayudando a escalar su negocio de asesorías online


Les enseño a multiplicar su leverage diario para que puedan aplastar a la competencia.

Si tú también quieres aplastar a la tuya
y empezar a vivir BIEN de tu sueño
rellena este formulario y valoraré tu caso

Seguimos trabajando,
Team Suberbiola