Todo lo que quieres está detrás de la decisión que más estás evitando

Hay una frase que me habría cambiado la vida si alguien me la hubiera dicho antes:

“Lo que más te hace avanzar… es lo que más estás evitando.”

Y no. No hablo de una estrategia de marketing.
Ni de un sistema de ventas.
Ni de un truco para petarlo en redes.

Hablo de esa decisión que te remueve por dentro.
Esa que aparece en tu cabeza cuando estás solo.
Y que apartas enseguida porque es incómoda de mirar.

Es normalmente la decisión que más estás tardando en resolver.

Yo he tenido muchas de estas:

Tardé en pedirle salir a mi novia.
Tardé en cortar una amistad que me drenaba.
Tardé demasiado en dejar mi trabajo anterior.
Y sí, tardé demasiado en empezar a hacer contenido.

¿Qué tenían en común estas decisiones?
Sabía que tenía que hacerlo.

Sabía que era importante.

Sabía que lo estaba posponiendo.

Pero al final me cambiaron la vida.

Por eso, si ahora mismo estás dudando si lanzar tu negocio online, cambiar de ciudad, alejarte de alguien o dejar ese trabajo que ya no te llena…

Te quiero decir esto:

No esperes la oportunidad perfecta, porque no existe.

Y mientras esperas, pasa el tiempo
Pasan las oportunidades
Y pasa la vida.

Y cuando te das cuenta, es demasiado tarde.

En el mundo del asesoramiento online, pasa mucho esto:

Llegar antes no lo es todo.
Pero marca una diferencia brutal.

El posicionamiento se construye con tiempo.

Los referentes no son siempre los que más saben.
Son los que llevan más tiempo generando impactos en su audiencia.
Los que estaban ahí, cuando tú aún no habías empezado.

Y eso no se puede hackear. El tiempo no se puede comprar.

Si empiezas hoy, no vas a ganar mañana.
Pero vas a empezar a generar impactos.
Y eso significa que dentro de 6 meses, cuando un cliente piense en contratar a alguien…
tú ya estarás en su cabeza.

Feedback. El regalo más infravalorado.

Cuando empiezas, la mayoría de lo que haces está mal:

• Tus revisiones no están bien estructuradas.

• Tu onboarding no es claro.

• Tu hoja de control es un caos.

• Tu día a día no tiene orden.

• Tu sistema de resolución de dudas es lento.

Y no pasa nada.
Lo malo es que mucha gente tarda meses o incluso años en corregir esto… porque no ha empezado.

Y la única forma de obtener feedback es haciendo. Es imposible tener feedback pensando.

Cuanto antes empieces, antes ves lo que funciona y lo que no.
Y antes te apalancas en lo que da resultados, asegura renovaciones y aumenta tu facturación.

Saber mucho ≠ Tener clientes

Te lo digo con cariño: si estás haciendo formación tras formación sin tener clientes reales, te estás engañando.

La teoría no te da de comer
Y si no aplicas lo que aprendes, lo olvidas.

Formarte es importante, pero no te formes para sentirte más listo.
Fórmate para ser mejor.
Y eso solo pasa si tienes clientes reales.

No seas el profesor de empresa que nunca ha montado una empresa

El boca a boca: tu mayor palanca

No hay mejor canal de captación que el boca a boca.

Los clientes que llegan por recomendación:

• Pagan más.

• Se quedan más tiempo.

• Cumplen más.

• Y además… ¡traen a otros!

Pero claro, para que eso pase tienes que empezar a trabajar con clientes.

El boca a boca es como el interés compuesto.
Lo que metes hoy, se multiplica en el tiempo.
Y si haces las cosas bien, la rueda no para de girar.

Y por último: el músculo que más necesitas

Ofrecer servicios duele.

Porque vas a tener rechazos.
Clientes que se van sin avisar.
Mensajes que te hacen ghosting.
Meses malos. Muy malos

Y si no has entrenado ese músculo, lo vas a pasar muy mal.

Así que cuanto antes empieces, antes lo fortaleces.
Y cuanto más fuerte sea, más lejos vas a llegar.

Entonces… ¿qué vas a hacer?

Piensa en esa decisión que estás posponiendo.
La que más miedo te da.
La que más has evitado.

¿Y si la tomaras hoy?

Porque dentro de un año, puedes estar dándome las gracias por haber empezado…
o puedes seguir exactamente en el mismo punto, leyéndome otra vez, y diciéndote:

"Joder, ojalá lo hubiera hecho en su momento."

Tú decides.

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